MARYLIN
Improvisación literaria inspirada en "Marylin", obra del artista visual Eduardo Bruno Conforti MARYLIN Desprotegida Marylin por la insolencia de su belleza busca una dicha que se le escurre bajo la piel perlada de sus manos. La felicidad escapa y escapa una vez, y otra vez, y otra vez. El reflejo de su imagen en el espejo no disimula el enorme hueco que anida en su corazón. Un túnel de oscuridad coaptó sus pasos. Ella, la gran Marylin, tanteó paredes que no le respondían bajo lluvias de aplausos y billetes que se desvanecían al contacto de su verdadero deseo. Ella, como tantas otras, "sólo quería que la quieran" y en ese afán desgastó toda su riqueza física y espiritual. Nos queda un retrato grabado en la memoria y una boca entreabierta exhalando gemidos, suspiros y dolor.